Arboleda de hermoso boscaje, muy semejante a los otros paños que componen la serie. Difiere de los demás tapices en la composición central, en la que podemos observar a un conjunto de personajes rurales efectuando las tareas típicas del campo. Como personaje principal podemos advertir a un pastor con sus ovejas en señal de reposo. Está observando a dos hombres que están tirando de un carro cargado de verdura, mientras son observados, a su vez, por un perro de caza. En un segundo plano se puede reparar en otro pastor reposando a la sombra de un gran árbol, muy cerca del acceso a una cabaña, acariciando una flauta pastoril. A la derecha, con un estudio de la perspectiva muy definido, vemos en lo alto a una mujer con un cántaro en la cabeza, y a la zaga y a su vera, un hombre cargado con un cesto de mimbre intentando darle alcance.
Todo este conjunto de personajes está enmarcado, como si fuera el escenario de un teatro, por dos cortinajes de terciopelo rojo, que se abren como un telón en un proscenio, para permitir una visión idílica del campo.
En los laterales vemos dos grandes jarrones con flores ornamentales, que sirven de decoración a los telones del fondo. La estructura es típicamente barroca y recuerda los grandes palacios de la época (Versalles, Aranjuez, etc.)

A Heinrich Reydams lo podemos considerar uno de los grandes tapiceros del barroco flamenco, trabajando para las grandes fábricas de colgaduras y para los más grandes maestros.